Minería urbana para cubrir la demanda de móviles que se avecina

¿Tienes móviles viejos en casa? Descubre por qué son un tesoro lleno de materiales críticos, cómo su reciclaje impulsa la economía circular y qué proyectos solidarios les dan una segunda vida.
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¿Eres de los que tienen el típico cajón lleno de móviles viejos? Que no críen más polvo. Sácalos, aún tienen mucho que ofrecer. Llévalos a un punto limpio o deposítalos en la tienda donde los compraste para que lo reciclen. Este gesto es indispensable si quieres seguir disfrutando de tu smartphone. En este artículo entenderás por qué.

Qué voy a leer en este artículo:

 

Los materiales críticos que contienen los smartphones

Hay más móviles en activo que personas en el mundo. Cada segundo se venden 6 teléfonos y el ritmo no para. No hay suficientes minas para abastecer toda la demanda de recursos minerales que se avecina. Solo unos pocos países tienen acceso a los yacimientos. Tanto es así que la Unión Europea ha hecho una lista de materias primas críticas, esto es, recursos naturales clave para la fabricación de tecnología cuya disponibilidad está en riesgo por su distribución limitada, los desafíos de extracción o la concentración de su producción en unos pocos países, y que ascienden a más de medio centenar.

Por eso, un móvil viejo es un tesoro, porque contiene un buen puñado de estas materias primas críticas:

  • El indio forma parte de las pantallas táctiles.
  • El paladio es necesario para los condensadores.
  • El estaño es útil para soldar circuitos.
  • El wolframio, para hacerlo vibrar.
  • Las tierras raras (17 elementos químicos que se encuentran en muy baja concentración en la naturaleza) son cruciales para que las pantallas tengan colores vibrantes y luminosos, para crear auriculares ligeros, circuitos o el micrófono.
  • De una tonelada de móviles se pueden recuperar 300 veces más oro, crucial para los circuitos impreso, que de una tonelada de mena de una mina como la Yanacocha peruana.
  • O 6 veces más plata (forma parte de los circuitos) que de una tonelada de la mina australiana Cannington.

 

Minería urbana: clave para la economía circular

Para lograr la autosuficiencia y practicar la economía circular está en pleno auge la minería urbana, que consiste en extraer estos metales preciosos de las montañas de basura tecnológica. De hecho, el objetivo es que para 2030 el 25% de las materias primas estratégicas usadas por la Unión Europea provengan del reciclaje.

En España, por ejemplo, se tiran a la basura 20 millones de móviles al año. En el mundo, unos 5 millones de toneladas. La buena noticia es que el 90% del contenido de cada uno de ellos es recuperable. Por eso es importante que lleguen a las plantas de gestión de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE). Allí se separan los plásticos de los metales. Estos materiales preciosos recuperados se clasifican para enviarlos a otras plantas donde se preparan para volver a ponerlos en el mercado. De esta forma, terminan formando parte de nuevos móviles u otros productos de los más dispares, desde un empaste, a un palo de golf o una bicicleta.

Con la minería urbana, hoy en día se extrae más indio que de los yacimientos naturales. Sin embargo, otras joyas tecnológicas como las tierras raras aún no se pueden reciclar a nivel industrial. En España se está construyendo una planta piloto única en Europa para recuperar las tierras raras y demás metales contenidos en los residuos electrónicos. Los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) trabajan allí en averiguar la mejor manera de lograrlo.

"El objetivo es que para 2030 el 25% de las materias primas estratégicas usadas por la Unión Europea provengan del reciclaje."

Llevar los teléfonos a un punto limpio también controla la contaminación. Los móviles además de un tesoro en su interior, tienen veneno. Un móvil tirado en un vertedero contamina el suelo, el agua y la atmósfera. La basura electrónica es solo el 2% de los residuos de los vertederos y sin embargo libera el 70% de las toxinas. Los teléfonos inteligentes suponen aproximadamente el 10% de los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) mundiales.

 

Proyectos que apuestan por la circularidad de los dispositivos móviles

La minería urbana y el reciclaje de móviles están impulsando proyectos innovadores que contribuyen a la recuperación de los materiales de estos dispositivos y a la economía circular.

En Australia, por ejemplo, la iniciativa Australian Recycling Program facilita la entrega de dispositivos como teléfonos móviles, tablets y accesorios en puntos de recolección ubicados en todo el país. La organización recupera materiales valiosos, como metales preciosos y plásticos, que de otro modo terminarían en vertederos y, de paso, los fondos obtenidos del reciclaje de los dispositivos se destinan a apoyar a organizaciones benéficas seleccionadas por el donante. Esto permite que cada persona contribuya a la causa que más le interese, ya sea educación, salud, asistencia social u otras áreas.

En EE. UU., Cell Phones for Soldiers es un proyecto con un enfoque similar, pero en el que los beneficios generados por la recuperación de los dispositivos que donan los ciudadanos se dedican a apoyar a los miembros del servicio militar y sus familias. Con los fondos obtenidos se proporcionan llamadas gratuitas a los soldados en el extranjero, así como ayudas a veteranos en necesidad a través de programas de asistencia. Desde su fundación, Cell Phones for Soldiers ha generado millones de minutos de conversación y ha reciclado miles de dispositivos, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental y al bienestar social.

Otras de estas iniciativas basadas en el reciclaje de móviles que, además, contribuyen a paliar problemáticas o necesidades locales, la encontramos en El Instituto Jane Goodall y su campaña de recogida de móviles “Movilízate por la selva”. Con ello contribuye a evitar la violencia, la deforestación, contaminación y matanzas de animales en peligro de extinción, como gorilas y chimpancés.

Tecnología libre de Conflicto  y Alboan también recogen móviles cuyo reciclaje servirá para financiar proyectos de acción humanitaria. O el proyecto Llamada Solidaria, que utiliza los fondos obtenidos para la investigación de enfermedades raras.

Otra opción es darle una segunda vida. Hay organizaciones sin ánimo de lucro que tras reacondicionarlos los vuelven a poner el mercado o los donan a personas con pocos recursos, como Reciclanet.

Todas estas iniciativas no solo fomentan la reducción de residuos electrónicos, sino que también demuestran cómo el reciclaje y la reutilización de dispositivos móviles pueden tener un impacto social significativo, apoyando a las comunidades y promoviendo un futuro más sostenible.

 

 

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