Calcula tu huella de carbono

Descubre cuál es el impacto dejas en el planeta con tus acciones cotidianas y aprende a reducirlo tanto en casa como en tu lugar de trabajo.
Wind energy on Global Wind Day

¿Qué tienen en común un kilo de carne, una bolsa de plástico, un correo electrónico, una persona y una empresa? La respuesta es que todos ellos generan un impacto ambiental conocido como huella de carbono.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

La huella de carbono, el impacto que tenemos en el mundo

En mayor o menor medida, todos los productos, procesos, individuos y organizaciones generan emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de manera directa o indirecta. En otras palabras, la huella de carbono es la marca que dejamos en el planeta.

La finalidad principal de averiguar nuestra huella de carbono es poder reducirla y, en caso de no ser posible, compensarla. ¿Cómo? Por ejemplo, a través de iniciativas de mitigación y adaptación. Por un lado, las medidas de mitigación son aquellas acciones que están encaminadas a reducir y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, como la implantación de las energías renovables, mientras que las estrategias de adaptación buscan reducir la vulnerabilidad ante los efectos derivados del cambio climático, promoviendo, por ejemplo, refugios climáticos o tecnología de edificación verde.

 Las organizaciones que están interesadas en conocer su huella analizan sus emisiones de GEI y guardan un registro mediante un sistema estandarizado. Los más utilizados son GHG Protocol e ISO 14064-1.

Con respecto al consumo de productos o servicios, la medición se realiza teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. En este caso, los estándares más empleados son: PAS 2050:2011 e ISO/TS 14067:2013.

 

¿Cómo se calcula la huella de carbono de una persona?

Para que una persona pueda descubrir cuál es el impacto que tiene sobre el planeta, existe un método de cálculo accesible a todo el mundo que fueideado por el ingeniero francés experto en cambio climático Jean-Marc Jancovici.

Este método incluye multitud de variables que recogen datos cotidianos del usuario para calcular cuál es el nivel de emisiones de CO2directas e indirectas que su actividad supone. El cuestionario se encuentra dividido en cuatro partes y a cada una de ellas le corresponde ¼ de las emisiones totales del individuo: alojamiento, transporte, alimentación y consumo.

 

¿Cómo calculan las empresas la huella de carbono?

Las empresas, al igual que los individuos, tienen un impacto significativo en el medio ambiente, y calcular su huella de carbono es esencial para entender y mitigar este impacto. De hecho, apenas mundiales desde el Acuerdo de París.

El proceso para las corporaciones, sin embargo, es más complejo debido a la amplia gama de actividades y operaciones involucradas. Aunque cada empresa es única, existen algunos pasos generales y metodologías reconocidas internacionalmente para calcular su huella de carbono, como el caso del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol).

 

Identificación de fuentes de emisión

El primer paso consiste en identificar todas las fuentes posibles de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con las operaciones de la empresa. Estas se clasifican generalmente en tres "alcances":

  • Alcance 1: incluye todas las emisiones directas provenientes de fuentes que son propiedad de la empresa o están bajo su control, como las emisiones de los vehículos corporativos o de las instalaciones de producción.
  • Alcance 2: se refiere a las emisiones indirectas de la generación de energía adquirida y consumida por la empresa, como la electricidad o los sistemas de climatización.
  • Alcance 3: Abarca todas las otras emisiones indirectas que se producen en la cadena de valor de la empresa, incluidos los bienes y servicios adquiridos, los viajes de negocios, el transporte de productos y los residuos generados en las operaciones, entre otros.

 

Recopilación de datos

Después de identificar las fuentes de emisión, el siguiente paso es la recopilación de datos pertinentes. Desde la cantidad de electricidad y los combustibles consumidos hasta el kilometraje de los vehículos de la empresay la cantidad de residuos generados, entre otros. La recopilación de estos datos requiere la cooperación de diferentes departamentos dentro de la empresa y, a menudo, el uso de software especializado para gestionar y analizar la información.

 

Cálculo de las emisiones

A los datos de consumo y actividad recopilados se les aplican factores de emisión para conocer las emisiones de los diferentes gases de efecto invernadero emitidos, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Para reflejar todas estas emisiones en una única unidad llamada CO2e (CO2 equivalente), se multiplican las emisiones de cada gas por factores de conversión. Estos consideran el potencial de calentamiento global (GWP) de cada gas en comparación con el CO2. Por ejemplo, el metano (CH4) calienta el planeta mucho más que el CO2, por lo que su factor de conversión es mayor. . Existen diversas bases de datos y herramientas disponibles, como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) y el estándar ISO 14064, que proporcionan los factores de emisión y guían a las empresas en este proceso.

 

Implementación de estrategias de reducción y compensación

Una vez calculada la huella de carbono, las empresas pueden implementar estrategias dirigidas a reducir sus emisiones. Esto puede incluir desde optimizar la eficiencia energética de las operaciones o invertir en energías renovables, hasta reestructurar la cadena de suministro para hacerla más sostenible.

Para las emisiones que no pueden ser eliminadas completamente, las empresas pueden optar por compensarlas mediante la inversión en proyectos de captura de carbono, como la reforestación, o en instalaciones de energía renovable, apoyando así a iniciativas que contribuyen a reducir las emisiones contaminantes.

Finalmente, es importante que las empresas informen transparentemente sobre sus emisiones de carbono y las acciones tomadas para reducirlas o compensarlas. La verificación por parte de terceros asegura la exactitud de los cálculos y aumenta la credibilidad de las afirmaciones de sostenibilidad de la empresa.

Calcular la huella de carbono que producen sus actividades no solo ayuda a las empresas a ser más sostenibles, sino que también puede revelar oportunidades para mejorar la eficiencia operativa y reducir costos, además de responder a las crecientes demandas de los consumidores, inversores y reguladores por prácticas de negocio responsables con el medio ambiente.